noleopoetas

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Parábola

Parábola

Y la bestia en su infinito pavor escupió fuego,
Desde el cielo susurró con una eterna llamarada
Y cientos, millares de criaturas sin alas en epidemia se hicieron hacia la tierra
Y las letras suaves, las letras fragantes se hicieron más y más pesadas.
La literatura sangrante supuso imágenes terribles
Un hombre caminando descalzo sobre un cuchillo
Una visión devastada
Un hombre vomitando sobre dos cadáveres que copulan sobre una imagen sagrada;
Satanás en su iglesia devorando niños
Satanás en su oficina cobrando almas,
Satanás en los libros de historia y las canciones de cuna.
Ceremonias y contratos, arrebatos y profecías
La violación de la voluntad como la Biblia nos manda.
Palabra de Dios, o palabra del Diablo,
Palabra gemela, hermanos de la palabra.
Rotación y espiral, doctrina macabra
Fotografía pagana, retratos de un dios imaginario y ausente
Contratos viciados contra los seres espirituales.
Y la bestia escupió razones, verdades en invenciones
Mas se hiso el cielo pequeño para su aurora
Y el amanecer se refugió entre las piernas de un opositor excitado
Y así nació una explosión gigante de orgullo entre la basura humana.


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Plegaria de un peatón arrepentido

Te cruzaste en mi camino con toda tu furia escarlata, (o me crucé yo en el tuyo sin advertir lo que pasaba), pisaste el acelerador sobre mi pecho y rugiste sobre el camino con tu motor diesel, quise gritar que te amo, pero volviste a sonar la bocina ahogando mi voz, quise pedir perdón, pero vaciaste tu boca y mis oídos sangraron, quise esconder mi miedo, pero tus ojos ya se habían clavado otra vez en mi cuello. Temí por mi vida y quise acariciarte y explicar que no soy presa fácil, pero tus cuatro ruedas ya aplastaban mi cuerpo como las fauces de cualquier otro carnívoro.

Tuve un segundo de paz antes de sangrar hasta la muerte, levanté la vista y ahí estabas mirando con saña, con el puño apretado en señal de victoria, supe que era tarde, que ya nada te haría bajar y abrazarme. Sollocé tirado sobre el asfalto caliente y me juré sobrevivir para nunca más buscar el amor en un paso no habilitado.


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Adioses

Adioses

Voy por mi cuarto café esta mañana
Y recién comienza la semana,
Sobreexcitado acaricio sus brazos y los voy cortando en julianas
Traslado el odio
Traspaso las dudas
Incendio una pira de restos muertos en conmemoración de su miedo.

 

Estoy por la quinta copa de sangre esta tarde
El cuchillo ha perdido su corte de tanto hundirlo entre sus huesos
Absorbo la ira
Saboreo el silencio.

 

Me entretengo hundiendo astillas bajo sus uñas
Y en mi aburrimiento Incrusto un machete en su pecho
Y lloro,
Y abrazo tristemente mis pecados
Y me salpico la ropa blanca con sus mentiras

Tengo el miedo intacto
De disfrutar esta muerte que se desvanece
De recibir la oscuridad que permanece
Como una huella

Quiero ser carnicero y caníbal
Dactilar en la identificación
De este y otros días
Peregrinar sobre mis doloridas rodillas
Inclinarme en un abismo y besarte

Quisiera desbordarte
Quisiera traducirte,
Le dije mientras su sombra acariciaba mi espalda,
Y se marchó sosegadamente de la mano de un triste diccionario ilustrado.