noleopoetas

El que quiera leer que lea, igualmente todos son bienvenidos

La Compañera Embarazada

2 Comments

No quisiera empezar este relato aportando datos falsos de mi persona, empezaré diciendo que no soy demasiado atractivo ni demasiado inteligente, ni tengo la palabra como don, soy más bien un hombre normal, normal pero de ley. Aun así esta es mi historia.

Cuando decidimos separar esa tarde para estudiar los contenidos del examen final, ninguno alucinaba siquiera con las cosas que haríamos, menos aun si pensaba en su estado. A la Cristina la conocí hace unos años cuando entré a la universidad, ella estaba un año por delante, y al poco tiempo de conocernos entablamos una definitiva amistad, en la que nos guardamos pocos secretos, por eso sabía de su novio, sus planes juntos, y fui el primero en saber la gran noticia cuando quedó embarazada de él. Fue ahí que se empezaron a complicar las cosas para los dos, por un lado la respuesta fría e indiferente de su pareja a través de los siguientes meses y por otro la forma en que pueden enredarse las intenciones en momentos de confusión como este.
Llevaba ya varios minutos llorando en mi hombro, varios minutos de caricias tibias, abrazos y arrullos, la forma en que se refugiaba bajo mis brazos, la forma en que mis brazos la protegían, no era mi intención provocar este momento, no era mi intención dar más pasos hacia el vacío, pero los estaba dando, los estaba dando con gran velocidad. Y me fascina la velocidad.
La tarde tibia y oscura confabulaba en mi favor, las manos de ella, entrelazadas con mis manos funcionaban como un puente cálido y tierno, en ese contexto el primer beso no tardó demasiado en llegar, ni el segundo, más largo y profundo, más húmedo, más placentero y suave. Mis manos siempre han sido pioneras y antes que mi mente emprenden la exploración, así conocí sus pechos llenos y preparados, absolutamente dispuestos ante mi conquista, sus piernas sutiles me abrazaban también, y así, luego de conocer gran parte de su territorio llegué a aquel montículo bello, al centro de toda su alma, el verdadero precursor de este momento, la razón permanente, la única razón que importaba. Mis caricias se detuvieron ahí, nada más podía ser acariciado, nada más podía ser protegido, y así logré entenderlo, mis labios comenzaron por voluntad propia a besar su vientre, a sentir esa doble palpitación que brotaba en su piel, y que amenazaba con estallar en un llanto precoz ante tanta excitación, ante tanta estimulación y sudor. Poco podía hacer ya, sus manos buscaron de prisa mis botones, esto estaba fuera de control, fuera de todo pensamiento previo y aunque estaba asustado, verla frente a mi, semidesnuda y en ese evidente estado, revolvió en mi mente toda fantasía fetichista previa, todo sueño anterior lo había olvidado.
Tras largos minutos de preámbulo, de cortejo, nos sorprendió nuestra desnudez conjunta, pocas veces he visto un espectáculo tan bello, tan adorablemente frágil y tierno, casi santo, y ahí estaba ante mi, la mujer que siempre quise y nada más importa. Su aroma fue la primera invitación a sumergirme entre sus piernas, y tras saciar mi sed con la canción de sus gemidos volví a recorrer su cuerpo tembloroso, no podía esperar ya el momento en que nos fundiríamos en un solo orgasmo y desatar así un delito violento.

Tras un par de sacudidas en mi hombro volví a la realidad, sus suaves manos hicieron un gran esfuerzo por moverme de ese estado de inconciencia y despertarme de aquel dulce sueño. La tarde seguía tibia y oscura, y se nos acababa el tiempo para preparar el dichoso examen…

2 thoughts on “La Compañera Embarazada

  1. simplemente hermoso, tus escritos me transportan hacen que mi imaginacion vuele y eso me gusta, este cuento es muy tierno me emocione hasta las lagrimas con cada palabra y me rei con el final… muchas emociones en un instante… te felicito escribes muy bello

    saludos y espero seguir conociendo mas de ti

  2. Se agradece el comentario y en la medida que sigas leyendo podrás conocer más de mi, eso es seguro…

Leave a comment