Cada fin de semana, y después de batallar con mi Mamá por permiso, y luego de prometer mil veces que me cuidaría, solíamos reunirnos y festejar todo el trabajo de la semana junto a un grupo de amigos en alguna plaza cercana y salir después, en alguno de los autos prestados. Luego de varias rondas de cerveza, y después de comprobar que quedaban pocos pesos, las siguientes vueltas eran garrafón en mano, ese baile podía durar toda la noche. La pobre Sandra vomitaba siempre, pero igual casi nunca faltaba.
La ultima noche no supe cómo ni cuándo volví a la casa, sólo desperté en mi cama.
La verdad es que nadie supo nunca que había vuelto.
Con el tiempo supe también que tuvieron que tragarse las lágrimas en mi funeral, que todos culpaban a mis amigos, que mi Mamá estaba desconsolada. Ese día quise abrazarla, pero mis brazos cruzaron a través de los suyos como una suave brisa.
noleopoetas 
August 30, 2008 at 7:43 am
Amigo mío, este post no tiene relación con tu maravilloso cuento, sobre el que ya comenté en otro sitio ;), y no va dirigido al Seba escritor, sino al Seba completo, a Sebastián como individuo. Este individuo a quien conocí hace un tiempo y me dejó encantada.
Recuerdo perfectamente la anécdota de la bebida en el ascensor (de verdad estaba muy fría, jeje). Ese día me encontraba muy nerviosa, ya que no conocía a muchos, y entre las personas que iban a entrar en mi vida por primera vez, estabas tú. Y me ofreciste llevar la bebida. Fue la primera conexión y me ayudó a relajarme un poco.
Siempre me llamaron la atención tus comentarios en el foro. Me decía a mí misma: "Tan culto, inteligente, siempre sabe qué decir…" Esas son cosas que yo admiro en las personas. Luego cuando te conocí más, pude ver ese lado juguetón y gracioso que sólo tú tienes. Un humor muy propio y original, muy especial, muy lindo. Tienes una chispa que espero que nunca se apague.
Tú me dices "Gracias a ti", pero la verdad es que no puedo dejar de agradecerte de igual forma. Creo que está en mi naturaleza agradecer por todo, o algo así, jeje. Se me hace difícil recibir sin dar, y no porque sienta que es una obligación, sino porque amo retribuir las cosas bellas que me entregan, y tú, con tu presencia, tu cariño, tu buena onda, tus sonrisas, chistes, y coonsiderándome tu amiga, me has entregado muchísimo. Así que por favor déjame a mí también darte las gracias, ¿si? 😉
Debo confesarte que cuando leí el comentario que dejaste en mi blog (esto fue hace unos 5 minutos) comencé a llorar de emoción. Tuviste la capacidad de tocar una fibra muy importante en mí, pero lógicamente, fueron lágrimas de felicidad y tuve que explicarle a mi mamá que el chico que había venido vestido de Indiana Jones a mi fiesta me había escrito algo maravilloso que me había emocionado. Además le dije: "Qué lindos amigos tengo". Ella me dijo que sí, y sólo sonrió =)
Así que has hecho que me día comience aún mejor. Me siento orgullosa de tener esa comentario en la última entrada de mi blog. Me siento orgullosa de conocer a una persona tan bella como tú.
Gracias por todo.
No olvides que siempre, SIEMPRE puedes contar conmigo (por repetitivo y cliché que suene).
Un besote,
Mile =)
September 11, 2008 at 5:38 pm
Sebita… te pasaste. En realidad, sí tienes derecho a tirarme las orejas, jeje.
Gracias por ser tan tierno y tan buen amigo.
De verdad, mil gracias!
Un besote!
Mile =)