Sin Título
Y entonces te enseñé a abrazar las estrellas
cuando están desnudas
y puse en una pizarra de pasto
todas las direcciones del descanso
para que en tus pasos colecciones caricias
y en tu sueño la noche nos rodee y nos desvista
y así en un arrullo de granadina y terciopelo
la mañana te despierte en un remolino de risas
para que habites la burbuja que te hice con jabón y mimos
y así como en una oración consagrada a tus ojos
las mariposas adornen la piel con que nos vestimos.