“No vuelvas más, no dejes que tu maldita confusión forme un vacío tan grande que destruya tu vida y la mía.
No vuelvas, son tantos los años, los pasos y las caricias que le he robado al tiempo, son tantas las camas compartidas, los besos y el sexo recobrado. No vuelvas, son tantos los momentos y los días pasados, que logré fundar en mi camino cimentos nuevos. Es por eso que te lo pido… no vuelvas”
No lo podía creer, al fin esta tarde tuve las fuerzas, la decisión y el coraje y se lo dije. En realidad no se lo dije; con una breve nota, clara, corta y precisa, que deslicé bajo su puerta se lo hice saber.
Me consta que la vio al volver a su casa, y estoy seguro que no la recibió de buen ánimo, no es algo que yo sospeche o intuya, simplemente lo sé, porque no podría ser de otra manera.
Después de haber compartido tantas cosas, instantes y semanas completas sin separarnos, compartiendo hasta los silencios comunes, agrediéndonos de las mismas formas y con las mismas ganas.
No hace mucho que llamó la policía, la encontró su madre en la noche, cuando regresó de visitar a unos parientes y se dirigió hasta su pieza para saludarla, como era su costumbre.
Estaba colgando en una esquina de su cama, casi boca abajo, con los brazos abiertos como esperando ese abrazo que llegó tarde, las muñecas rotas, abiertas y tibias, por donde se le había escapado hacía poco la vida, la nota tirada a un costado y escrito en su cabecera con letras rojas de su propia sangre:
“para no volver”
noleopoetas 
March 17, 2011 at 9:48 pm
Un buen relato, como aquellos que leí hace tiempo. Revelador eficaz de imágenes que hacen que imagine la situación lo más clara posible. Atrapador…
Alguna vez pensé "debí haber hecho algo como ésto…" pero nah, para qué gastar papel y tinta… era mejor hacerlo saber por otros métodos. Un pedazo de papel es una de las formas más cobardes para dar fin a este tipo de situaciones.
Y claro, uno nunca sabe las reacciones finales, aunque suponga o dé por sentadas las iniciales. Complejo, por decir lo menos. Al final hay que saber arriesgarse, aunque no todo el mundo lo logre; lo cual es una lástima.
P.S. viste el link? ¬¬
… se me acaba de ocurrir algo :B
March 30, 2011 at 6:55 pm
Y bueno… me acordé de cuando pedi tu consejo y me dijiste "no vuelvas por más". Ahora, pienso mas que nunca que eso debo hacer como para prevenir algunas cosas así. Desgarrador, especialmente en la parte del abrazo que debió haber llegado antes, deja entender que todo a la cara es mejor. Yo lo vi así.
Saludos Seba. Un abrazo compadre.