Aquel atardecer tibio se desnudó con apuro bajo el tenue sol para mojar su joven cuerpo en la playa solitaria. Creyó no ser vista mientras jugueteaba inquieta y deliciosa en el cálido oleaje… pero siempre fue observada desde un roquerío cercano.
_ Nunca vi una caracola tan hermosa_ pensaba para sí un cangrejo que solía curiosear entre las húmedas rocas cada tarde…
(El relato es real, lo observé cuando era niño, hace muchos años, todo pasó dentro de la burbuja que adornaba la palanca de cambios en una muy lenta Ovalle Negrete)
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February 8, 2011 at 10:58 am
jajajajaj… weno weno, me causó gracia y un dejo de ternura…
P.S. te debo una respuesta, me estoy probando tus zapatos
February 22, 2011 at 5:29 pm
Muy bueno Seba!…
"El pensamiento y la palabra son sinónimos"
BLESS
March 1, 2011 at 5:39 pm
A ratos se extrañan esas micros, ya que las adornaban bastante bien, y la palanca de cambios era bastante llamativa.