Madre-Madre
Y de la mano-mano,
Con todo lo bueno-bueno y por sobre todo lo malo-malo
Con la insignia al frente y los zapatos brillantes
Y la tierra mojada de pasto en las rodillas después de tanta pelota.
Una imagen;
Mi vieja persiguiendo cola-cao pieza por pieza
Insectos bajo el polvo dulce y un suave arrullo de golondrinas.
¿Puedo salir a jugar con los caracoles y las nubes?
Solo ten cuidado con la manguera que ahoga la sed y el fuego
Y a veces caricias
A veces el cinturón que dejó papá abandonado
Antes de evaporarse como una lágrima sobre la estufa,
En la fragancia de cáscaras de limón y naranja
Oleaje tibio de eucaliptus expectorante.
Y antes que nazca el hambre,
Sopita de pan como herencia y legado.
Tuve una bicicleta que me paseaba entre arcoíris,
La perdí en una apuesta contra el tiempo,
Me la cobró una roca mal puesta,
Se la entregué de chico a un señor con clavos en las manos.
Y mi vieja con la ropa mojada a cuestas,
Los pequeños almuerzos,
Los sacrificios constantes
El llanto secreto, pequeño, sereno
Tuve pena pero sin permiso
Y quise escudriñar en su vientre para saber por dónde estaba abollado el molde
Y fuiste madre cuando llovieron piedras
Y fuiste madre en el terciopelo
Y fuiste madre hasta que la amistad se volvió adulta
Y la satisfacción floreció mariposas en tus ojos
Y de la mano-mano
Para lo bueno-bueno
En todo el amanecer
En toda la distancia,
Con todo el orgullo y todas las palabras.